.300 Win. Mag. – EL MAS POPULAR DE LOS MAGNUM -.
Introducción
El calibre 300 Winchester Magnum también conocido bajo la denominación 300 WM o 300 Win. Mag. fue inventado y comercializado por la Winchester Repeating Arms Company en 1963. Este potente cartucho destinado a los tiros a larga distancia monta un proyectil de 7,85 mm de diámetro cuya masa varía generalmente entre 9,72 gramos (150 granos) y 11,66 gramos (180 granos). Excelente munición destinada a los tiros de montería, al acecho o para los tiros a grandes distancias, también es ampliamente utilizada en Francia para caza en batida, para lo cual es muy apreciada debido a sus altas prestaciones. Es también un cartucho muy popular para la caza mayor en Europa o en América del Norte, y en particular para los ciervos. El 300 Winchester Magnum también encuentra algunas aplicaciones militares para el tiro de precisión. Gracias a su experiencia y éxito con este calibre tan generalizado, Winchester ofrece una amplia gama de siete cargas, únicamente para este calibre totalmente optimizado.
https://es.winchesterint.com/munitions/browse/rifle%20ammunition/300WM/
Su Historia
A finales del siglo XIX, los norteamericanos adoptan el .30-40 Krag-Jorgensen, como el cartucho reglamentario de la U.S. Army. Luego y siguiendo con la difusión de este calibre, vino el ponderado .30-30 Winchester, adueñándose de un segmento poco desarrollado hasta ese entonces. Ya a comienzos del siglo XX los calibres .30 llegan a la gloria de la mano del siempre vigente .30-06 Springfield, el verdadero revolucionario de la familia. Logrando así, que los estadounidenses, tomaran los .30 como sus preferidos.
En 1913 Charles Newton, a quien muchos consideran el padre de los .300 Magnum, concibe el primer “superpotente” norteamericano en calibre .30, al que denominó .30 Newton. Su vaina, de similar largo a la del .30-06 aunque de mayor diámetro, lograba así poder contener una mayor carga de pólvora. No poseía belt (cinturón) y se podía recamarar en acciones standard. Este cartucho desarrolló velocidades del orden de los 2.850 FPS (pies por segundos) con puntas de 180grains.
12 años más tarde (1925) la prestigiosa Holland & Holland lanza en Inglaterra el Holland Súper 30, conocido en América como .300H&H Magnum. Para el cual tomaron como base la vaina .375 H&H Mag., manteniendo el belt, el modo de fijar la cabeza (headspace), y redujeron su cuello a .30. Aunque este cartucho no fue notablemente superior al .30 Newton, el prestigio, la capacidad comercial y los finos rifles que fabricó Holland & Holland, influyeron mucho en su desplazamiento.
En el año 1944 un joven visionario apasionado por los cartuchos rápidos y a quien muchos consideran discípulo de Charles Newton, Roy Weatherby, se interesa también en crear su .300. Empleando de igual manera la vaina del .375 H&H Mag. y mediante un simple método, como el de hacer las paredes de la vaina en forma cilíndrica (le permitió cargar mayor cantidad de pólvora), sumando también su particular diseño de hombro con doble radio; logró así, velocidades cercanas a los 3.240 FPS para puntas de 180grains, utilizando cañones de 26”. Un excelente cartucho, aunque con algunas condicionantes que no le permitieron ganar la popularidad del segmento, como era su acción larga la cual encarece la producción y repercute también en el peso del arma, su incomodo retroceso, pero principalmente, que el único que fabricaba un arma recamarada para ese cartucho, era su firma.
Comenzaba así la “Magnummanía” y no solo en los Estados Unidos, sino en distintas partes del mundo. Fábricas como la sueca Norma, presentaba el .308 Norma Magnum. Desarrolladores privados también hacían lo suyo con cartuchos como el .30-338, y nombres como Ackley y Ralph Miller, entre otros, crearon también sus potentes .30 para competir en esta sección que dejaba ver la relevancia que hasta hoy perdura. Aunque no pasaron su categoría de wildcats (cartuchos que se fabricaban en forma artesanal, sin llegar a producirse comercialmente).
La Winchester Repeating Arms Company, durante la década de 1950 se dedicó a producir cartuchos magnum de notable aceptación como él .458WM., o el .338WM. y otro no tanto, como lo fue el .264WM. El desarrollo y producción de los antes mencionados, hace que la firma descuide y/o retarde, evolucionar el .30, como era de esperarse, a un Magnum. De esta manera su eterno rival la Remington Arms, lanza en el año 1962 el 7mm. Remington Magnum, ganando inmediatamente una masiva aceptación entre los amantes de los “rasantes”.
Ahora Winchester se veía obligada a presentar su cartucho… y sale al ruedo con el último de su saga Magnum para acciones cortas, de primera generación. Nada más y nada menos que el .300 WIN MAG. Quién es hasta la fecha el Magnum más usado por los cazadores de todo el mundo.
Siendo nuevamente el Winchester Mod. 70, el primer rifle recamarado para disparar este cartucho. Muy pronto sus loables atributos, hicieron que de inmediato los principales fabricantes de armas largas, comenzaran a recamarar este calibre.
Se presenta el cartucho Winchester Magnum 300, que compensa la falta de resultado de los Magnums 264 y 338 de Winchester.
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El diseño del .300Win. Mag. prospera, al igual que otros tantos, sobre la vaina con cinturón metálico del .375 H&H Mag., la cual mide 72,39mm de largo y monta proyectiles de 0.375” / 9.525mm. Las principales modificaciones se presentan al agolletar su cuello a 0.308” – 7.8232mm para poder disparar proyectiles calibre .30 y al recortar su vaina a 63.5mm. Permitiendo esto, poder ser usado en acciones standard. Otra ventaja destacable, es que obtiene un óptimo rendimiento en cañones de 24”, no siendo imprescindibles cañones de 26” de largo.
-¿Pero cómo lograrían que un cartucho notablemente más corto, alcanzara velocidades similares a las que desarrollaban los “rápidos” de la época?
-Subiendo el hombro de la vaina hasta casi su límite, logrando así cargar mayor cantidad de pólvora. Aunque esto, dejaba un cuello corto, que muchos para ese entonces se encargaron de criticar. Sin embargo, los excelentes resultados en distintos escenarios, como la caza, el tiro deportivo y el uso militar, se ocuparon de demostrar a sus detractores, no solo su equivocación, sino que estaban frente a uno de los cartuchos diseñados para la caza, más versátiles y más precisos del mercado.
Uso Militar
Su velocidad, trayectoria rasante, la aptitud de su proyectil para comportarse ante vientos laterales, más su poder y capacidad para cubrir distancias que rondan y/o superan los 1.000mtrs, establecían un óptimo CB*(coeficiente balístico). Estas cualidades lo hicieron una excelente e inmediata opción militar y policial para tiro a largas distancias en variadas condiciones.
Fábricas como la británica Accuracy International proveyó al cuerpo de snipers del ejército alemán con el G22A2. Remington hizo lo mismo con el M2010 el cual fue desplegado por el Ejército de los EE. UU. (fuerzas especiales), en Afganistán desde principios de 2011. Posicionando al .300Win Mag. entre dos baluartes, como el .308 Win y el .338 Lapua Magnum.
*El coeficiente balístico es un valor numérico que nos indica la capacidad de un proyectil para superar la resistencia del aire durante su trayectoria. Depende de diversas variables, entre las cuales se destacan principalmente la densidad seccional y la forma o diseño del proyectil.
Cuanto mayor sea el CB, menor será la desaceleración por la resistencia al aire por ende, mantendrá mejor su velocidad en vuelo y tendida trayectoria.
Caza
El ser miembro de la familia de los .30, hace que encontremos en el mercado una gran propuesta en municiones Factory, e insumos para su recarga. Principalmente puntas, en distintas conformaciones, pesos y diseños. Esto, que para muchos es una gran ventaja, a otros puede perjudicarlos… Es tal la oferta que se encuentra para este cartucho, que novatos o inexpertos, pueden adquirir por error la munición inadecuada, lo que comúnmente lleva a que nos encontremos con críticas mal fundadas. Llevándolo al terreno si es o no, el apropiado para tal o cual animal. Citando ejemplos como que al cazar una presa de talla pequeña, efectuó un gran daño en su carne, limitándonos en el aprovechamiento de la misma, o también podremos escuchar que al usar puntas livianas (muy rápidas de entre 900 y 1000mtrs x segundo), al impactar en el animal éstas fueron incapaces de proteger su núcleo, desintegrándose en pequeños fragmentos, no pudiendo penetrar lo suficiente para alcanzar órganos vitales, o que la presa fue atravesada por completo sin descargar en ella toda su energía.
Deberíamos primero considerar que, animales de talla media a chicos y cuya carne buscamos aprovechar, de seguro los abatiremos con mucho menos daño en sus tejidos, si utilizamos cartuchos menores. Pero cuando es éste el único calibre con el que contamos, solo deberemos encontrar la *DS (densidad seccional) correcta en la munición que vayamos a utilizar.
Si bien es cierto que nació para cubrir presas de talla media – grande, que es donde mejor se desenvuelve y encuentra en puntas de 180grains de peso, su mejor performance, con el proyectil adecuado (peso y constitución del mismo) es capaz de abatir toda la fauna del mundo.
Desde luego, con las salvedades correspondientes, ya que en la caza no sólo se procura abatir la presa sino hacerlo en forma rápida minimizando toda posibilidad de sufrimiento y potenciales heridas. Podríamos exceptuar los 5 grandes del África, aun cuando un proyectil bien ubicado también lograría cobrarlos, pero no es legal ni éticamente correcto.
Un cartucho de estas características, no puede tener detractores, cuando se lo usa con la munición correcta. Es muy difícil su descalificación debidamente fundamentada.
Con un alcance efectivo mayor a lo que la media de los cazadores es capaz de utilizar con precisión y eficacia, nos trae a las claras, el viejo, popular y tan cierto dicho… ¡No es la flecha, es el indio!
Como puntos en contra podemos citar su retroceso (un 20% mayor al de un .30-06, en rifles de ligero peso). Esto lleva al cazador que no está familiarizado con él o simplemente “le tiene miedo”, a provocar lo que en la jerga se denomina “dedazo”, el anticiparse a la patada…lo cual con toda seguridad derivará en un disparo impreciso que no impactará donde se quería. ¿Cómo se corrige? – Podemos recurrir a culatines especialmente diseñados para calibres magnum y/o hasta frenos de boca, así como también todo lo que contribuya a aumentar ligeramente el peso del arma empleada. Aunque la suficiente práctica, nos ayudará a conocerlo, brindándonos la confianza necesaria para poder disfrutar de sus bondades-.
Al igual que cualquier otro cartucho de los categorizados como rápidos o magnum, su proyectil puede desviar su trayectoria al golpear pequeñas ramas, tallos o diminutos obstáculos que pudiesen interponerse en su recorrido.
*La densidad seccional (DS) nos refiere a la capacidad de un proyectil, de superar la resistencia del cuerpo al que impacta, y la profundidad de penetración.
-A mayor densidad seccional, mayor es la penetración que ofrece-.
Les dejamos un cuadro con algunas de las marcas de municiones más conocidas del mercado y sus velocidades.
