Esquel, Julio 16 de 1961
Sr. Amadeo Biló Hijo
Allen
Mi querido amigo Chiche:
Todavía tenemos fresca en la memoria la linda cacería que Ud. nos brindó. No hemos cazado nunca tantos jabalíes en una sola vez, ni tantas corridas con emociones juntas. Ud. debe perdonarme que en el apuro por comentar no mencionara otras cosas que conversamos con Owen de lo ocurrido allí.
Sus perros, galgos criollos, como Ud. los llama, son extraordinarios. Nunca vimos perros tan bien enseñados y obedientes a sus órdenes, debo reconocer que para manejarse en el campo, alcanzar y empacar jabalíes no he visto iguales de efectivos. Tampoco un jinete como Ud., que se parece a un indio, corriendo en el monte y a la vez tirando con su rifle a la carrera si errar.

No creí que esto pudiese existir a excepción de las películas norteamericanas del oeste. Estoy seguro que cuando tenga nuestros Dogos, y pueda enseñarlos como a sus galgos criollos, no habrá jauría en el mundo que pueda igualarla con Ud. manejándola. No quería que se me pase el tiempo sin comentarle la impresión de Owen y la mía, recordando también la Mara que Ud. cazó desde el caballo, y que me pasé de pimienta al cocinarla. Cuando cuento estas cosas a mis amigos cordilleranos, nadie me cree, por suerte tengo a Owen que lo vio, y tiene en la zona fama de serio. Con razón le tienen a Ud. tanto respeto y cariño los paisanos y gauchos del campo. Ojalá se mantenga con esa capacidad física siempre para beneficio de sus jaurías. No muestre esta carta a nadie u otro cazador, porque no lo va a creer, tendrán que verlo para ello, como me pasó a mí y a Owen. Reciba otra vez nuestro agradecimiento por todo, junto a un fuerte abrazo de su invariable amigo.
Agustín Nores Martínez.
Esquel Chubut.-
Revista Gruñidos (N.º 67)