Durante la temporada fría, se mantiene activo con intermitencias durante la mayor parte del día, descansando desde el atardecer y hasta la salida del sol, sobre dormideros que ellos mismos realizan en fachinales o pastizales altos que los mantengan protegidos del clima y depredadores.
En verano, en cambio, buscará protegerse del calor extenuante, manteniéndose principalmente activo en horarios crepusculares.
Si bien generalmente es sedentario, en la temporada cálida, pueden moverse largas distancias en busca de agua y comida (Rahmani 2001).