A la hora de parir, la hembra se retirará del rebaño hacia el refugio que haya conformado como paridera, para dar a luz una sola cría.
Solo un mes después del parto, la hembra está nuevamente en condiciones de aparearse, por lo que en ocasiones tienen dos crías al año, aunque se estima un promedio de tres crías en dos años.
La cría nace con un peso promedio de 3 kg, es de color amarillo claro y los machos pueden presentar un parche color negro en su cabeza y cuello.
Aunque son muy precoces y pueden valerse por sí mismos poco después del nacimiento, permanecerán con su madre en el refugio por cerca de dos semanas, para de a poco incorporarse a la manada.