El ciervo Colorado es un animal con una gran capacidad de adaptación a distintos terrenos y ecosistemas, estando presente en ambientes que van desde el nivel del mar, hasta la alta montaña.
En Argentina las zonas de mayor residencia las constituyen el monte, con su característico ecosistema de pastizales, como encontramos en la Provincia de La Pampa y San Luis, aunque también se encuentra muy bien adaptado a las diversas sierras, montañas y cordillera de Argentina.
Es un animal que utiliza preferentemente las áreas de transición (ecotonos) entre zonas boscosas o cubiertas con vegetación arbustiva y áreas abiertas donde exista producción de plantas herbáceas. El uso de áreas con cobertura vegetal y praderas abiertas sufre variaciones tanto diarias como estacionales. (Braza et al., 1984; Braza y Álvarez, 1989).