La Trichinellosis (Trichinella spiralis)

Dr. Adolfo Aguilar

Es una enfermedad zoonótica provocada por parásitos.

Se conocen 11 especies (genotipos) de Trichinellosis. Cinco de estas especies se la reconoce como encapsuladas y solo pueden infectar a mamíferos (T. Spiralis, T. Nativa, T. Nelsoni, T. Britovi y T. Murreli).

También se reconocen hasta el momento tres no encapsuladas que pueden infectar aves, mamíferos y reptiles (T. Pseudoespiralis, T. Papue, T. Zimbabwensis).

La especie T. Spiralis es considerada la más patogénica para el hombre.  Mientras que las demás se las considera de baja y moderada patogenicidad.

El contagio en el ser humano se produce al consumir un producto (alimento) infectado con al menos una larva por gramo.

Cuando una persona come carne de un animal infectado, los quistes de Trichinella incuban en los intestinos y crecen hasta convertirse en nematodos adultos. Los nematodos producen otros gusanos que migran a través de la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo. Los gusanos invaden los tejidos musculares, que incluyen el corazón y el diafragma (el músculo de la respiración bajo los pulmones). También pueden afectar los pulmones y el cerebro. Por lo que nos podemos encontrar con una enfermedad clínica puede variar desde una infección asintomática hasta una enfermedad fulminante y mortal.

Los casos fatales suelen corresponder a pacientes con enfermedades crónicas. La miocarditis y la encefalitis representan las causas más frecuentes de muerte debida a un grave proceso inmune y no a la acción directa del parásito sobre los órganos.

Los síntomas más comunes que se presentan al contraer la enfermedad son: fiebre, mialgia, edema facial, diarrea, dolor muscular. Muchas veces coincidentes a estados gripales, por lo que puede repercutir en un errado diagnóstico.

En la fauna cinegética argentina, los principales transmisores del parásito son:

Omnívoros: jabalí y armadillo (quirquincho peludo, mulita). Animal autóctono, por lo que su caza se encuentra prohibida en todo el territorio argentino, pero hago esta salvedad porque es sabido que la gente de campo en ocasiones lo consume.

Carnívoros: puma -En el año 2010 una familia de Mendoza contrajo la enfermedad luego de haber comido embutidos realizados con carne de Puma.

Herbívoros: ciervos -El caso de contagio más resonante de triquinosis por consumo de carne de ciervo colorado, se dio en la Provincia de Río Negro en el año 2013, luego de que siete personas tuvieron que ser asistidas por comer ciervo ahumado procedente de la localidad de San Martín de Los Andes.

La mayoría de los casos están asociados al consumo de chacinados, embutidos caseros y de carnes mal cocidas. Diversos estudios científicos han comprobado que dichos procesos de elaboración, como el salado, secado, ahumado, la mala cocción o la cocción en microondas, no matan las larvas de Trichinella.

La mejor profilaxis para prevenir el contagio, es hacer analizar en un Centro Bromatológico, parte de la carne que vayamos a elaborar y/o consumir.

Lo recomendable es llevar algunos cortes o partes de zonas específicas, donde es más común que se aloje el parásito, como son: base lengua, filete, diafragma, quijada, músculos intercostales y bondiola (músculo del cuello).