La cría nace cubierta de una capa moteada que se pierde cuando el animal crece (casi hasta el destete). Inicia su amamantamiento a los 30 minutos de vida (Conabio, 2000).
A los pocos días de nacidos ya comenzarán a seguir a su madre, pero ella suele esconderlos y acude regularmente para amamantarlos.
La leche materna será su único alimento durante los primeros 3 y hasta 4 meses de vida. Aunque seguirán amamantando hasta los 6 o 7 meses, pero ya habrán alternado su dieta con la vegetación del lugar. La lactancia puede prolongarse si la madre en su próximo celo no es fecundada.
Los machos, a partir del año de vida, comenzarán a independizarse dejando la manada para formar grupos reducidos con otros pares, casi siempre de su misma edad.
En cambio, las hembras jóvenes, se quedarán en sus grupos maternos o buscarán formar sus propias manadas en lo posible cerca del territorio donde se criaron.